Mírame, pero mírame a los ojos. Ahora, dime que me odias, que nunca me has querido, dímelo. No eres capaz, porque yo se que me querías aun que tu lo niegues. Porque te lo noto en la mirada, ese brillo en tus ojos cuando me ves entrar cada mañana por la puerta. ¿Vas a negarme-lo? No creo que puedas. Yo se que no has olvidado esas tardes de invierno paseando por la calle. Yo tampoco las puedo olvidar. Pero eso que hiciste no te lo puedo perdonar. Yo como una niña, fui tonta y inocente. Te quería y pensaba que no podrías hacerme esto, pero me equivocaba. Te fuiste sin decir nada. Y lo peor es que estaba ELLA. ¿Ella es la que te hacia sonreír cada mañana? Noooo. Yo misma se que no. Pero eso fue lo que querías, una diversión. Y ahora ¿QUE? Quieres que vuelva como si nada, crees que esto lo puedo olvidar de la noche a la mañana. Dañaste a mi corazón. Y lo peor es que ahora vienes con falsas promesas. Pero sabes que te digo. Que me das igual.
QUE YA NO SIENTO NADA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario