Cuando todos me daban por perdido
yo hallé la razón de seguir. Me di cuanta de que lo siguiente a caer
es ponerse de pie, aprender a reír
aunque ya no haya un por qué.
Tras meses pensando
en todo lo que pudo haber sido, empecé a pensar en lo que será. Un viernes fue el día perfecto para cambiar, nunca es tarde si quieres volver a empezar.
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