15 mayo 2012

Mi religión me prohíbe dormir y no soñar contigo.


Dicen que queremos lo que no podemos tener. Como si una fuerza superior nos atrae a lo difícil o imposible. Cuanto más cuesta mas lo perseguimos. Lo fácil aburre, cansa. Somos tan masoquistas que nos debe de gustar el dolor o algo así. Parece surrealista. Como cuando las típicas parejas dicen que se quieren muchísimo pero no paran de discutir por tonterías. Así de complejos somos. Haciendo lo fácil difícil y cogiendo el camino largo y no el corto. Y ahora que lo pienso, ¿que podemos hacer? Nada.

No le puedo tener, le quiero. Le tengo besándome el pie, no le quiero ver ni en pintura.
Asi son las cosas, y no creo que cambien.

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