
17 mayo 2012
Payasito,
Ni os imagináis el coraje que da depender tanto de el. Que un día le de la venda y no me deja de hablar y al otro ni sabe que existo. Así funcionan las cosas, eso parece. Pero no me puedo quejar! Por lo menos las cosas están arregladas, cuando tenia claro que nunca mas volverías a dirigirme la palabra. Antes de ayer cuando nos íbamos juntos, se me pasaron tantísimos cosas por la cabeza. Ahí estábamos uno a lado del otro, por el mismo camino que fuimos a coger el taxi el 26 de agosto. No podía dejar de mirarle y sonreír como una subnormal. Otra vez ese maldito cosquilleo en la tripa. Pero me sentía en las nubes... Como si no me podría haber pasado algo mejor. Y es que me volví a enamorar e un minuto, recordé porque motivo nunca podre dejar de quererle. Tal vez, por ese don de payaso que tiene, siempre se lo digo.
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